sábado, enero 03, 2009

Gubanza con mi tía Darinka


Eran las seis de la tarde.
El cansancio abatía.

El mareo de la vejez.
Dale tía! hacé gubanza.
Frunció la boca, no dijo nada y fue a buscar algo.
Me dio una bolsa de nueces,
y un platito de madera
para romperlas.
-Cuando termines subí.
Volver a la infancia no se puede.
Pero hagamos que sí.
Hagamos de cuenta.
La dimensión del tiempo se guarda en los olores.
Comienza la alquimia.
La receta la lleva en si cabeza.
En sus manos.
En sus ojos,
que comienzan a iluminarse
cuando se va acordando de cada cosa.


Me cuenta anécdotas sobre la Tilka,
así le decían a mi abuela
en el imperio austro húngaro.
-Cuando la nona Otilia amasó su primer pan ,
¡Era la guerra sabés?
tenía trece años, se puso a llorar.
Había muerto su madre.
Te salio bien Tilka! le decía una paisana..
sólo que tenés que dejar levar más.
Por eso, Diana, siempre hay que dejar levar.
Cualquier cosa que hagas.





























El brillo aumenta en sus ojos,
tanto como la luz del lavadero
pegando en su pelo o en las baldosas.
Sus tobillos hinchados.
Uno violeta el otro no tanto.

¿Sabés qué pasa-interviene mi tío-
ella empezó a cocinar a los siete años.

Ella no escucha.
No por su sordera que la va horadando de a poco, sino por que está en trance.
Está creando.
Es el estado natural en mi tía.
En alfa.Ni se da cuenta quele saco una foto tras otra.
La cámara no puede registrar su rapidez al rayar el chocolate, el limón, al revolver el pan rallado.
Al probar y agregar canela.

Duda.
Ese instante la vuelve humana.
Es la única vez que la veo dudar.
Como una artista frente a su obra.
Como cualquiera , es.
Humana.
Y duda.
Comienzan a subir los olores.
Profunda, intensamente huelo l
a vida en la cacerola.
El limón se hunde
en el fondo de mis cinco años.
Ahí justo en el centro
de la glándula
que registra la felicidad.
la canela redondea el tiempo,
lo vuelve epiralado y sabroso, lleno de aromas para comenzar a
disfrutar,
a crecer,
a soñar.










Cuando terminamos me muestra la receta.
Me dice,- no le hagas caso.
Está todo mal anotado.






11 comentarios:

Mariluz GH dijo...

Hasta mí llegó el aroma del limón y la canela...

Danixa Laurencich dijo...

ha visto?

Anónimo dijo...

Boludaaa...me diste justo en el medio del pecho...que preciosamente rico..y vos? que no querìas quedarte para año nuevo viste? te perdías lo mejor...estaba para doblar la escena de "la ceremonia" de La receta...cuando la veas, no lo vas a poder creer...

Mauricio dijo...

Que rico empezar el año asi!!

Danixa Laurencich dijo...

dina...dónd estas...yo sigo acá varada...

Danixa Laurencich dijo...

Mauri....cómo verás...sigo sin poder terminar mis memorias...pero bueno...unos días de recuerdos me vienen bien!
besacho forti...
beijinho!

.rumi. dijo...

Te quedás hasta el miércoles, nomás? O tenés pensado pasar unos días más en la "bella" ciudad porteña?
Avíseme, pues, así se si nos podemos ver en despedida, al menos!
Saludinhos!

ThaumieL dijo...

hola amiga argentina, te invito a nuestro blog.........paradesha.blogspot.com atte turco.

piero pierini dijo...

che vos decis que tu tia se copa en exportar?
Cuanto me tardaria en hacer 1200?
(naaa pobre tia...)
saludo

María W. dijo...

¡Qué lindo, Diana!
La cocina es EL LUGAR de las casas, ahí ocurre la vida, rico, sabroso, y a veces no tanto, pero vida al fin. Esta que relatás, tiene rico olor.
Besote.

Danixa Laurencich dijo...

Lumi, que sea nena!
Thaumiel, me haés acioradar a otro amigo turco.
piero, el club esloeveno la quería contratar pero nada...la tipa no se vende che!
Mariá, ti aspetto nel sud!