Las revanchas que nos da la vida

Para los que recuerdan mis padecimientos con mi viejo hemipléjico, en la Ducha de los Héroes Cotidianos, uno de mis antiguos blogs, va este post, cargado de sonrisas.
He vuelto de Buenos Aires, he visto a mi viejo dibujar caras en manzanas lustrosas, vidrios empañados, jugar al dígalo con mímica intentando un Kun Fú Panda, y riendo como un pibe.

Norma, la morenaza divina que lo cuida, lo acompaña en sus juegos, lo abraza, se ríe con él y conmigo. Ayer para despedirnos hubo sesión de fotos. Aquí van algunas. Casi todas fueron tomadas por Marcelo Pedroza. El muchachito cincuentón al que estoy abrazando en una foto.

A Fran. Por soportarme a mí y a mi familia. Porque el amuleto parece que funciona.