domingo, octubre 26, 2008
Crónica de una adolescente de vesícula!
Ya estoy en casa
duele poco hoy, para estar sin calmantes
duermo en lo de Balta, planta baja
y me siento una pequeña adolescente
tengo unos sueños fantásticos
que me pegan la sonrisa a la cara
estoy limbada
limada de recuerdos.
Qué raro, la enfermedad a veces me conduce
a lugares que pensaba ya había olvidado.
La voz de alguien me devolvió
la frescura y el desparpajo
la voluptuosidad
New York y el frío
Brasil y el calor
La voz estalló en mi memoria
como un orgasmo
hace casi veinte años...
Me llaman a comer...
como cuando era niña
no me dejan estar a solas conmigo,
pero volveré, y seguramente
seguiré con la sonrisa pegada.
Las fotos que subí son fotos que tomo desde la cama, del cuarto de Balta, donde estoy echada, soñando, o despierta, me han sacado un gran peso de encima.
Gracias Doc, por devolverme mi juventud con sus faroles azules.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
se te ve tan linda como lo que contás...
Qué contento me pone!
Besos
(buenísimo lo del título)
Qué cosa ¿no? los lugares se nos meten adentro, y aveces ni cuenta que se da uno. Felices sueños adolescentes.
jaj..gracias Cima, es un lujo estar así,con tiempo para soñar y descansar, recibir amigos y regalos, mimos y comiditas caseras...no sabés! no seas miedoso y operate de algo...jaja...ya vasa a ver lo que es bueno!!!! un besazo
Gracias María, ya pronto espero que nos veamos en Buenos Aires y podamos brindar!!!!
Publicar un comentario