domingo, octubre 26, 2008

Crónica de una adolescente de vesícula!











Ya estoy en casa
duele poco hoy, para estar sin calmantes
duermo en lo de Balta, planta baja
y me siento una pequeña adolescente
tengo unos sueños fantásticos
que me pegan la sonrisa a la cara
estoy limbada
limada de recuerdos.

Qué raro, la enfermedad a veces me conduce
a lugares que pensaba ya había olvidado.
La voz de alguien me devolvió
la frescura y el desparpajo
la voluptuosidad
New York y el frío
Brasil y el calor
La voz estalló en mi memoria
como un orgasmo
hace casi veinte años...
Me llaman a comer...
como cuando era niña
no me dejan estar a solas conmigo,
pero volveré, y seguramente
seguiré con la sonrisa pegada.

Las fotos que subí son fotos que tomo desde la cama, del cuarto de Balta, donde estoy echada, soñando, o despierta, me han sacado un gran peso de encima.
Gracias Doc, por devolverme mi juventud con sus faroles azules.

4 comentarios:

daniel cimadevilla dijo...

se te ve tan linda como lo que contás...

Qué contento me pone!

Besos

(buenísimo lo del título)

María W. dijo...

Qué cosa ¿no? los lugares se nos meten adentro, y aveces ni cuenta que se da uno. Felices sueños adolescentes.

Danixa Laurencich dijo...

jaj..gracias Cima, es un lujo estar así,con tiempo para soñar y descansar, recibir amigos y regalos, mimos y comiditas caseras...no sabés! no seas miedoso y operate de algo...jaja...ya vasa a ver lo que es bueno!!!! un besazo

Danixa Laurencich dijo...

Gracias María, ya pronto espero que nos veamos en Buenos Aires y podamos brindar!!!!